PALABRAS DEL GRAN MAESTRO – GRAN HIEROFANTE MUNDIAL GCG 33° 66° 90° 95° 97° 99°

La FEDERACIÓN DE GRANDES LOGIAS REGULARES DE MENFIS – MIZRAIM sigue la Filiación iniciática de John Yarker, Jean Bricaud, Georges Bogé de Lagrèze, Robert Ambelain, Gérard Kloppel; reúne a diversas Potencias Masónicas regulares, soberanas, independientes y libres, y trabaja bajo la Protección de su Gran Maestro – Gran Hierofante y de su Soberano Santuario General.

La FEDERACIÓN practica el Rito Antiguo y Primitivo de Menfis – Mizraim (RAPMM), según la Tradición más pura y regular, constituyendo una Gran Reunión Masónica Plural y Universalista.

Los Soberanos Santuarios Nacionales representados en la estructura internacional son: Argentina, Brasil, Colombia, España y Paraguay; además tenemos las representaciones en Australia, Bolivia, Nicaragua y México. Posteriormente, se unieron Chile y Francia; por lo que, en la actualidad, están representados doce países de ambos Hemisferios.

El Rito Antiguo y Primitivo de Menfis – Mizraim (RAPMM) es un Rito «Deísta», lo que implica la invocación del SUBLIME ARQUITECTO DE LOS MUNDOS; y «espiritualista», lo que exige la creencia en la inmortalidad del Alma o, al menos, una perennidad póstuma para el hombre. Pero ahí termina el dogmatismo del Rito, que, además, no está ligado y no depende de ninguna religión en particular, ni se inscribe en una corriente filosófica determinada; por lo que, desde siempre, deja a sus miembros en una plena y total libertad de opinión y creencia. Recordad: ningún hombre o mujer puede pertenecer a nuestra FEDERACIÓN, si no es un hombre o una mujer «libre y de buenas costumbres»; pues la Libertad es un derecho inalienable y consustancial con la propia naturaleza humana («Nada somos sin la Libertad»). Esta es una de las razones por las que algunas personas no son admitidos los Oficios «ad vitam».

Es por fidelidad y lealtad a nuestra propia historia y Tradición Esotérica, que nos damos a conocer públicamente por este medio al objeto de clarificar quiénes somos, de dónde venimos y a lo que aspiramos, con la ayuda indispensable de todos y cada uno de los iniciados de buena voluntad y buscadores de lo Invisible. Ese objetivo no es otro que a la «Unión de lo disperso»; para, de esta forma, alcanzar un mayor desarrollo moral y espiritual, y, por ende, conseguir una Humanidad más justa y equitativa. La Ignorancia es el peor de los males; la Injusticia, la peor de las ignorancias; y el Miedo, el peor de los enemigos.

Nuestro deseo es la transmisión de la Tradición Esotérica, entendida como un rico y múltiple Legado que pueda enriquecerse y mantenerse vivo en las eras venideras. La universalidad y sabiduría de sus conocimientos, de sus rituales y de sus valores humanistas, configurados a lo largo de los siglos y enraizados en las corrientes morales y filosóficas de ambos hemisferios, gracias a la aportación de algunos de los hombres y mujeres más ilustres de nuestra Historia, hace posible que todavía seamos los grandes impulsores y defensores de los valores de Fraternidad, de Libertad y de Igualdad, de los que nuestro mundo aún necesita; pues todavía está lejano ese día en el que todos formemos una Gran Familia Humana. Nada puede ser un obstáculo, ya sea real o imaginario, para que aquellos que llaman a nuestra puerta sean admitidos en el camino de la verdadera Sabiduría; pero siempre que demuestren con sus actos y sus palabras los valores humanistas y fraternales a los que aspiramos, exentos de cualquier servilismo, orgullo, vanidad o prejuicio. El deber sagrado de todo Masón es luchar contra la Ignorancia desde una perspectiva iniciática, inspirada en las grandes Tradiciones Mistéricas de la Antigüedad; y ese es nuestro objetivo común, leal y trascendente, más allá de cualquier otra meta especulativa o imaginaria.

Mantener viva la Antorcha que ilumina nuestra Senda es la gran responsabilidad a la que nos hemos consagrado desde el mismo momento de nuestra Iniciación. Este es nuestro verdadero Trabajo iniciático, nuestro objetivo humanista y nuestro alimento espiritual y universalista; y lo demás, no es Masonería… Que así sea, desde un lugar donde reinan la Paz, la Alegría y la Armonía.

 «Notre or n’est pas de l’or vulgaire, mais de l’or vivant, l’or de Dieu… Il y a une alchimie spirituelle, qui purge par les larmes, sublime par les manières et les vertus, décore par les grâces sacramentelles, restitue même le corps putride et les cendres viles en un corps vivant, et finalement rend l’âme capable de contempler les choses du Ciel et du monde angélique. Ceci est l’application dans le vivant de l’Alchimie spirituelle par laquelle, grâce à la puissance de la résurrection des Élus, elle se confirmera jusqu’à la fin des Temps».

La ROSE donne son miel à la PIERRE”…

Nuestro proyecto iniciático, y el gran legado esotérico que lo acompaña y lo ampara en todos sus grados y líneas de trabajo espiritual, se refuerza, de este modo (como ya ha sucedido con las Grandes Logias precedentes), por el bien de la verdadera Masonería, en general, y de la Masonería Egipcia, en particular. Abrimos la puerta de nuestro Sagrado Templo a estos Hermanos y Hermanas que ahora llegan, y nos unimos a ellos en la búsqueda de la Verdad, de la Fraternidad y del Amor, siguiendo los sabios consejos de los Maestros del Pasado y del Egrégor del Rito, manifestación imperecedera del Sublime Arquitecto de los Mundos, con la esperanza de ser mejores que ayer y con la ilusión de cumplir fielmente nuestro trabajo como Francmasones. Desde hoy, la Federación está presente en doce países de tres continentes: Argentina, Australia, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, España, Francia, México, Nicaragua, Panamá y Paraguay. Nuestro triunfo, es la derrota de las Tinieblas; nuestra victoria, la Verdad. Desde un lugar sagrado de Menfis, a la sombra del Templo de la Sabiduría, donde reinan la Paz, la Alegría y la Armonía. Hermanos míos: Felicitemos como se merece a los que hoy se unen a nosotros. Nada es la Humanidad sin su Libertad. LUX et AMOR.